"El Gentil"
Esta leyenda es originaria de la región de Boca de Tomates, en Puerto Vallarta, Jalisco. Se data de una historia de hace solo un par de décadas. Cuenta la historia de Pancho Jiménez, un señor que creía profundamente en las anécdotas que relataban sus conocidos sobre un gentil, un híbrido de humano y pez que medía casi 2 metros de altura.
Sus amigos, Sabino Rhon y Tiburcio Leyva, le contaron que una mañana, durante su rutina de pesca frente a las playas de Jarretaderas, vieron al gentil al cual intentaron atrapar con una atarraya, sin embargo, este intentó defenderse pero Sabino le clavó un machete en el pecho, provocando que huyera junto con la red. Los hijos de Sabino, Tico y Julián, también afirmaron haberlo visto de lejos, pero al acercarse, se escondió bajo las olas del mar dejando unas huellas de pato gigante en la arena. Otra historia cuenta la experiencia de “Botillas” y “Chinto Cabrestero”, quienes una noche colocaron unas trampas para las jaibas. Lo que obtuvieron fue un enfrentamiento contra esta criatura, a quien lograron espantar con unas antorchas de trapos.
Un día, Pancho Jiménez (apodado “Pacho Mentiras” porque nadie le creía), por fin vio al gentil en las peñas frente a la Cruz de Huanacaxtle. Este ser extraño de piel verde y escamosa, estaba sentado en las rocas, tomando el sol… y tenía el machete en su pecho, el que Sabino le habría encajado años atrás.
Pancho regresó a casa y decidió callar. Su esposa insistió en que le contara lo que le sucedía y lo hizo. Ella, a su vez, les contó a sus hijos, pero siguieron dudando de su palabra. Se dice que a partir de este día, el gentil hizo sus apariciones fugaces en Quimixto, Bucerías, Mismaloya o Punta de Mita.
Pancho decidió ir a buscar al gentil de nuevo pero no regresó a casa. Al tercer día encontraron su canoa en el centro de la bahía y lo dieron por muerto. Pensaron que, inmerso en su locura, se habría arrojado al mar. Después de 15 días de su desaparición, Pancho se reveló en los sueños de su nieta Delgadina, diciéndole: “No sé dónde he estado, ni si podré regresar. Estoy bien, no se preocupen. Soy dichoso. Me divierto asustando gentiles en un mundo de luces y reflejos donde, al igual que yo, todo es de cristal”.
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